Día 6 de agosto, Iglesia de Santa Maria, 21.00h

Piacere dei Traversi
Consort de flautes travesseres renaixentistes / Marisa Esparza, dirección
Monteverdi i Comes: innovació versus tradició

Carmen Botella, cantus
Silvia Rodríguez, altus
Laura Palomar, tenor
Marisa Esparza, bassus

Programa del concierto

Ballo detto Genaro* - Tarquinio Merula (c. 1594 - 1665)
Ave María a 3 - Claudio Monteverdi (1567-1643)
Sacrificium Deo - Juan Bautista Comes (1582-1643)
Gallarda a 3* - Andrea Falconieri (c.1585 - 1656)
Alabada sea la Purísima Concepción - Juan Bautista Comes
Lauda Sion Salvatorem* - Claudio Monteverdi
Mis oiuelos, madre - Juan Bautista Comes
Amarilli mia bella* - Giulio Caccini (1550-1618) /Jacob van Eyck (1590-1657)
Domine labia mea aperies - Juan Bautista Comes
Oye querida señora - Juan Bautista Comes
O beatae viae, o felices gressus - Claudio Monteverdi
Solfeggiamento XXVI* - Pompeo Natali (siglo XVII)
Messa a quattro voci da capella - Claudio Monteverdi
(Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus, Agnus Dei)
Christus factus est - Juan Bautista Comes
* Obras instrumentales

Piacere dei traversi

Piacere dei traversi, surgido de la fascinación de sus componentes por la música renacentista, propone su recreación mediante una de las combinaciones instrumentales más refinadas y apreciadas de la época: el consort de flautas traveseras renacentistas–una experiencia sonora tan rica en matices y colores como raramente presentada ante el público.

El consort de instrumentos de la misma familia fue, durante el Renacimiento y hasta mediados del s. XVII, el medio ideal para poder interpretar la música vocal o instrumental de la época en versión “doméstica”, es decir, con pocos intérpretes. Se ajustaba a las ocasiones en las que no se disponía de las grandes capillas catedralicias o reales en las que había un grupo nutrido de cantantes y ministriles que tocasen gran variedad de instrumentos. Si a un consort de instrumentos le añadimos un cantante tendremos una versión fiel en pequeño formato con lo esencial de la composición vocal original: la música y el texto. Esta formación, que en Inglaterra recibió el nombre de consort song, se convirtió en una forma compositiva por derecho propio, muy cultivada hasta mediados del XVII. Esta formación nos permite explorar diferentes aspectos de la música renacentista; desde la meditativa e intrincada polifonía de la generación de Josquin Desprez, pasando por las canciones amorosas de Dowland, hasta el repertorio de danza y puramente instrumental.

Monteverdi i Comes: innovació versus tradició

Este programa rinde tributo, en primer lugar, a la figura de Claudio Monteverdi, compositor decisivo en la transición entre dos épocas: el Renacimiento y el Barroco.

Conservador en cuanto a la preservación de la polifonía, en un momento en que irrumpe con fuerza el principio de la monodia – la melodía con acompañamiento de acordes, que daría origen a la ópera y al estilo barroco-, pero revolucionario al mismo tiempo en cuanto a la transformación de la práctica de la polifonía. Al igual que los monodistas de la Camerata Florentina que crearon las primeras óperas, Monteverdi se fundamentó en el principio del dominio de la palabra sobre la armonía, pero lo aplicó a la polifonía, y no en contra de ella, como hicieron los florentinos, dando así un nuevo enfoque al madrigal. En las piezas que presentamos se encuentra esta superposición de principios monódicos y madrigalistas que tanto caracterizó la música de Monteverdi, una muestra de lo cercanos que para él se hallaban campos en apariencia tan alejados.

Por otro lado, el programa reivindica al compositor valenciano Juan Bautista Comes en contemporaneidad con el maestro de San Marcos de Venecia –ambos fallecieron en 1643. Comes se formó en la catedral de Valencia, donde ingresó como infantillo en 1594. Fue nombrado en 1605 maestro de la catedral de Lérida. En 1618 llega a Madrid como segundo maestro de la corte de los Habsburgo. Nunca abandonó el contacto con su ciudad natal, pues envió numerosas composiciones a los superiores en la iglesia del Patriarca. Aunque desde su posición estuvo en contacto con el entorno de la música española y el de la música flamenca, la obra religiosa de Comes refleja en su actitud conservadora la severa ortodoxia que prevaleció en España, que hizo mantener el stile antico y evitar las innovaciones del Barroco hasta bien entrado el siglo XVIII.